La compañía de Grupo Gimeno, patrocinadora de feria Destaca en Ruta La Vall d’Uixó, trabaja en el desarrollo y validación de nuevos proyectos capaces de convertir en recursos los residuos que se generan en el proceso de tratamiento y depuración de las EDAR. FACSA, dentro de su compromiso con la innovación y la gestión del conocimiento aplicados al ciclo integral del agua, trabaja en la apertura de nuevas líneas de investigación que contribuyan a la promoción de la economía circular aplicada al ciclo integral del agua.
En concreto, frente a la necesidad de desarrollar nuevos productos y servicios basados en economía circular, la compañía ha lanzado diferentes proyectos para desarrollar y validar avances capaces de convertir en recursos los residuos que se generan en los procesos de tratamiento dentro de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR).
Por un lado, en materia de tecnología de membranas, a través del proyecto REMEB FACSA ha logrado con éxito poner en marcha un biorreactor de membranas (MBR) cerámicas de bajo coste y elaboradas a partir de materiales reciclados para, previo filtrado, reutilizar el agua en estaciones de tratamiento, tanto urbanas como industriales. Una iniciativa que permite obtener agua depurada de gran calidad para su posterior reutilización en sectores como el agrícola o el industrial. Entre otras ventajas, la aplicación de este tipo de avances contribuye a aliviar el estrés hídrico que afecta a regiones deficitarias, como la cuenca del Mediterráneo.
En ese sentido, la empresa de Grupo Gimeno ha dado un paso más en esta materia para, a través del proyecto CEMINK -en colaboración con el Instituto de Tecnología Cerámica de la Universitat Jaume I de Castelló (ITC-UJI) y la Universitat Politècnica de València (UPV)-, aprovechar las posibilidades que ofrece la impresión digital y aplicar la tecnología inkjet a la preparación de membranas cerámicas de microfiltración y ultrafiltración. Ello permite obtener a un bajo coste membranas capaces de satisfacer un amplio abanico de requerimientos especiales (anti-biofouling, catalíticas, conductoras, etc…) que, más allá del ámbito de la depuración de aguas residuales, podrán aplicarse a otros sectores industriales, como el alimentario o el químico.
A su vez, FACSA también ha liderado iniciativas como el proyecto europeo de investigación LIFE STO3RE, que ha servido para validar a escala piloto en la EDAR de Totana (Murcia) cómo a través de la combinación de diferentes tecnologías que integran procesos fisicoquímicos y biológicos, es posible eliminar los contaminantes orgánicos y patógenos presentes en lodos y purines y, al mismo tiempo, obtener biogás reutilizable como fuente de energía, así como nitrógeno, potasio y fósforo para su uso en las explotaciones agrícolas de la zona.
Un avance que, si se aplicara a escala industrial, permitirá generar un biofertilizante inoloro en cantidad suficiente como para cubrir las necesidades de 1.700 hectáreas de cultivos al año y reciclar cerca de 300 toneladas de nitrógeno, 80 de potasio y 70 de fósforo.
Tecnologías que, además de reducir las emisiones de CO2, apostar por la reutilización de materiales y promover la generación y uso de las energías renovables, impulsan la economía circular para acercarse cada vez más al objetivo de ‘residuo cero’.